¿Sientes envidia? Este es un tema peligroso!
Los diccionarios definen la envidia como: Un sentimiento de descontento o de disgusto, por el contentamiento o gozo de otro (a). Es muy normal y predecible que el malhumorado y contraído, el amargado, no puede vivir o estar conforme con la risa del que está contento y satisfecho, porque envidia en el fondo un sentimiento del que él o ella son incapaces de tener o manifestar, precisamente por la envidia, y puede usted notarlo que en cualquier momento donde el se sienta amenazado por la envidia que siente, explota sin importar nada.
La Toráh lo define como algo fuera del contexto que YaHWéH desea para los hombres, leamos: Hechos 17:
5 Pero los hebreos, llenos de envidia, reclutaron a unos maleantes callejeros, con los que armaron una turba y empezaron a alborotar la ciudad. Asaltaron la casa de Lasón en busca de Shaúl y Silas, con el fin de procesarlos públicamente. 6 pero como no los encontraron, arrastraron a Lasón y a algunos otros ajím (hermanos) ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que han trastornado el mundo entero han venido también acá.
Hechos 17: 5-6
Otra posición de muchos, es que la envidia es una emoción negativa de descontento y resentimiento generada por el deseo de tener las posesiones, atributos, cualidades o logros de otra persona. Es interesante que la envidia normalmente sólo involucra a dos personas, la persona envidiosa y la persona envidiada, aunque esta no lo sepa.
Dicen otros que la envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha, por no poseer lo que tiene el otro (a), sean bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas, esto sin importar si el envidioso (a) están lejos del envidiado (a).
Le envidia puede llegar a calar tan profundo, que el envidioso (a) desea, los bienes, las metas de otra persona, esto incluye a los le rodean, las condiciones de trabajo, su apariencia, su estado rujaní, su ropa, su estado de salud, su dinero, el amor que le tienen, sus habilidades sociales, su pericia y lo peor de todo es, que el que envidia se ve inferior, carente de todo, infeliz con lo que es y lo que posee y esto porque al otro (a) lo ven mejor posicionalmente o con las cualidades , las “berajot” (bendiciones) según piensan ellos (ellas) que el envidioso (a) carece. Basados en el texto arriba señalado del libro de Hechos 17, y conociendo la labor impuesta a Shaúl y Silas por parte de YaHWéH, podemos decir con toda certeza que estos hombres estaban actuando con demasiada envidia y ciegos en su pensamiento, ciegos de envidia, pero así mismo actúan hoy muchos hombres y mujeres que quieren dejar en mal a muchos por su envidia basados en su poca sabiduría y conocimiento de la Toráh, además de su incompetencia y su falta de actitud positiva de la vida para ver las cosas, pero estos muchos se placen con bocanadas de mentiras y engaños para desvirtuar al que envidian y lo más grave muchos los escuchan y comparten su pésima actitud de envidioso (a), leamos la Toráh: KEFA ALEF (Primera de Pedro) 2:
1 Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia. Hoy para muchos hijos de YaHWéH la envidia es parte de su vida y esto no es lo que quiere YaHWéH por supuesto, pero están tan sumidos en ello que lo toman como una verdad y un modo de vida.
KEFA ALEF (Primera de Pedro) 2: 1
El envidioso (a) asume que la otra persona posee lo que ellos quieren y no poseen o lo tienen en menor cantidad o cualidad, ello los hace sentir, enojados, tristes, deprimidos, desolados, desanimados, desesperados, desesperanzados y piensan que tiene lo que no se merecen, porque es muy poco comparado con el envidiado (a). Lo malo de esto es que muchas veces el envidiado (a), se convierte en el competidor o el rival simbólico, aunque este o esta o lo sepan.
Es interesante que personas con una actitud de envidia se notan de lejos y es muy complicado compartir o establecer una amistad con ellos, ya que la envidia de este se siente muy fea y la persona no es transparente y está solo esperando algo para decir, algo que hiera al envidiado, y se atreven a decir luego compartiendo, lo rico que me supo es que se lo dije en su propia cara.
YaHWéH les ha dado a sus hijos un sentimiento y una oportunidad de avanzar en la vida con shalóm y sujetos a su misericordia y a sus promesas. Muchas veces hemos orado por situaciones que nos gustaría tener o hacer y en una posición correcta las mismas han llegado en el tiempo de YaHWéH, otras situaciones no hay llegado, pero es muy posible que nos hemos dado cuenta de que no nos convenía aquello que en tiempo atrás creíamos era fundamental para nuestras vidas, por eso siempre debemos de recordar lo que la Toráh nos recomienda en este tema, MISHLEI (Proverbios) 23:
15 Cuando alcances la sabiduría, hijo mío, no habrá nadie más dichoso que yo; 16 sentiré un profundo gozo al oírte hablar como es debido. 17 no tengas envidia de los pecadores; antes bien, honra siempre a YaHWéH; 18 entonces tendrás un correcto fin y tu esperanza jamás será destruida.
MISHLEI (Proverbios) 23: 15-18
Estimados y queridos amigos (as) hijos (as) de YaHWéH, el vivir en este mundo con necesidades impuestas por la sociedad es difícil, pero como hijos de YaHWéH el cual nos ha prometido no solo vivir en una shalón rujaní, sino tener los medios necesarios económicos según su voluntad, para que vivamos contentos y sin envidiar lo que otros tienen, sea mucho o poco. Entendamos que, si necesitamos algo en nuestra vida, no debemos orar con nuestro corazón cargado de envidia, porque vimos algo que otro (a) tenía y nosotros lo queremos, así no funciona el asunto.
Oremos por alguna situación en especial, porque creemos que YaHWéH lo ha puesto en nuestro ruaj y que Él quiere que lo tengamos bajo oración y confianza y sentir gozo en el ruaj de que YaHWéH lo puede dar, de tal manera que podamos exaltar el Nombre de YaHWéH por ello y nuestro corazón disfrute la shalóm de sentir que YaHWéH siempre está allí para sus hijos (as).
Shalóm!
ROHE Johnny Chavarría Diaz – Agosto 2020