Solo el perdón quita el dolor

Solo el perdón quita el dolor

Un tema muy importante es el del perdón, ya que muchos (as) vagan en un mundo de desconfianza total y de tristeza esperando en todos lados ver, escuchar y vivir lo que les causó el dolor ya que no han perdonado, y menos se han liberado, por ende, sufren en sus vidas, día tras día el nefasto poder de la falta de perdón y sus consecuencias.

Una pregunta muy importante en el tema del perdón es ¿Quién no ha sido herido por las acciones o las palabras de otras personas? o bien a ¿quiénes hemos herido nosotros con acciones y palabras? El problema de quien nos hirió que tal vez fue uno de nuestros padres usando la crítica constantemente cuando crecíamos, un colega saboteó uno de nuestros proyectos o negocios, la pareja novio (a), esposa (o) nos engañó. O quizás tuvimos una experiencia traumática, como abuso físico o emocional a manos de una persona muy cercana en quien confiábamos, etc. Estas heridas nos pueden dejar con sentimientos duraderos de enojo, o con mucha amargura, tal vez para toda la vida. Y pueden llegar incluso, hasta a un deseo de venganza el cual puede crecer día a día. Pero si no aprendemos a perdonar, quizás seamos nosotros quienes paguemos el precio más alto. Un asunto al respecto muy interesante es el hecho de que yo pueda ser el causante del dolor ajeno, pero no le doy importancia a ello, pero cuando la ofensa me dañó a mí, ahí la cosa cambia. Los demás deben perdonarme, pero yo no perdono a nadie, dicen muchos (as).

Al aceptar el perdón el dolor se quitará, entonces y solo entonces podremos tener shalóm, esperanza, gratitud y gozo. Pudiera ser que vivamos en un dolor constante por algo que nos hicieron, pero la otra parte no sabe y quizás no sabrá nunca que causó un dolor en otra persona.

Consideremos como el perdonar puede guiarnos en el camino del bienestar físico, emocional y el más importante como hijos (as) de YaHWéH en el aspecto rujaní. Leamos dos pasajes de la Toráh que nos hablan del perdón; DIVREI-HAYAMIM BET (2 Crónicas) 7:

14 y si Mi pueblo, el pueblo que invoca Mi Nombre, se humilla, ora, me busca y deja su mala conducta Yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y devolveré la prosperidad a su país.

DIVREI-HAYAMIM BET (2 Crónicas) 7: 14

Leamos también en Meir (Marcos) 11:

25 Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Abba que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.

Meir (Marcos) 11: 25

Perdonar significa diferentes cosas para diferentes personas, pero generalmente implica una decisión de dejar atrás el rencor, el dolor y los pensamientos de venganza. Es muy posible que para muchos (as) el recordar el acto que los hirió o los (as) ofendió esté casi siempre presente y se hace más latente cuando algo parecido a su dolor pasa cerca de ellos (as). El perdón puede disminuir el poder que tiene sobre nosotros el acontecimiento que causó el dolor y nos puede ayudar a ser liberados (as) del control de la persona (s) que nos hirieron. El perdón puede incluso llegar a tener sentimientos de comprensión, empatía y compasión para la persona que nos hirió, aunque esto último es muy poco probable, pero no imposible.

Perdonar no significa olvidar, si se “olvida” de lo cual muchos tienen esa facilidad mejor, tampoco el perdón es encontrar las excusas para el daño que se nos hizo, ni el reconciliarse con la persona, que nos causó el daño podría ser causal del perdón, ya que el asunto puede seguir haciéndonos daño. Estoy seguro de que la liberación pudiera estar al leer los textos Toráh que nos balaban al respecto, por supuesto pedir a YaHWéH ser liberado con esas promesas que hemos leído es fundamental, esto nos daría shalóm y nos ayudaría a continuar con nuestra vida y disfrutar ampliamente de ella. Uno puede observar en el día a día a personas que reflejan en sus vidas una tristeza enorme, ya que de seguro tienen el problema que han dicho que perdonaron a un ofensor, pero continúan con el dolor y la sed de venganza en sus vidas y esto afea a la persona en su ruaj, tanto que es reflejado en su vida diaria. Hay varios beneficios cuando se es quitado el dolor con el perdón y es, dejar atrás los rencores y la amargura, ya que esto puede dar lugar a una mejor salud y más tranquilidad. De seguro el verdadero perdón puede llevar a relaciones más sanas, mejor salud mental, menos ansiedad, estrés y hostilidad, mejora la presión arterial, tenemos menos síntomas de depresión, se nos fortalece el sistema inmunitario, haciéndolo más fuerte, mejoramos de seguro la salud cardíaca y lo mejor, una positiva autoestima y una relación tov con nuestro Abba YaHWéH. Es muy fácil tener resentimientos a causa de una ofensa al ser herido por alguien en este tema y particularmente por una persona que nosotros queremos o estimamos y en quien confiamos, esto puede causar enojo, tristeza, y confusión. Si pensamos todo el tiempo en sucesos o situaciones que nos hirieron en el pasado, los rencores, los deseos de venganza y la hostilidad pueden enraizarse y quedarse de por vida. Si permitimos que los sentimientos negativos sustituyan a los positivos, quizás encontremos que nuestra propia amargura o sentido de injusticia nos abruman. De seguro algunas personas por naturaleza pueden perdonar más fácilmente que otras de eso no hay duda, pero para los hijos (as) de YaHWéH, la promesa de liberación es para ambos casos la misma.

En el caso que no perdonemos pues el mayor problema es con YaHWéH y las consecuencias de no hacerlo que es al final una vida sujeta a toda amargura. Si no perdonamos es muy posible que esto nos traiga además de la pérdida de comunicación con YaHWéH, enojo y amargura en cada relación y nueva experiencia, ya que, por estar tan enfocado en la mala experiencia vivida, no podemos disfrutar del presente y eso nos puede deprimir y ponernos ansiosos con pérdida de la shalóm, sin enfoque, sin ganas de hacer nada. Es posible que pensemos que nuestra vida no tiene ni sentido ni propósito, y además que tengamos conflicto con nuestras creencias en la Toráh y al sentir que todo nos sale mal, echarle también la culpa a YaHWéH.

El perdón es comprometerse a un proceso de cambio personalizado, eliminando el dolor que nos causó el problema de una ofensa.  El problema en esto es que, si no puedo perdonar, lógicamente el dolor no se quitará y lo más doloroso que, aunque trate de entablar una comunicación sana con YaHWéH por ser hijo suyo, esta no estará ya que la Toráh es clara en este respecto. COLESEYAHIM (Colosenses) 3: 13 Sopórtense unos a otros y perdónense si alguno tiene una queja contra otro. Así como el Adón los perdonó, perdonen también ustedes.

Para concluir y aclarar, en este mundo hay personas cercanas a nosotros a las cuales les gusta mucho ofender, insultar etc, son personas a las cuales hay que evitar, ya que nos causan dolor con sus acciones. No con ello debemos dejar de ayudarlas en alguna circunstancia especial, pero no sería alguien ideal para compartir el diario vivir. Por otro lado, hay personas no tan cercanas a las cuales uno para no ser maltratado es mejor evitar. También tenemos personas muy cercanas con las cuales hay que buscar la forma de vivir con la mentalidad de que su actuar no nos cause dolor, los cambios en este ultimo punto hay que dejarlos a YaHWéH en oración, Él hará siempre lo que tenga que hacer.

Shalóm

ROHE Johnny Chavarria Diaz

Article by Johnny Chavarria

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