La Toráh ha sido clara en todas sus páginas y muchas veces nos gozamos de lo que somos ante YaHWéH y lo hablamos con orgullo, pero lo pasamos tal vez por alto, leamos: Revelaciones 1: 6 y nos hizo reyes y sacerdotes para el servicio de YaHWéH su Abba, a Él sea la kavod y el poder por los siglos de los siglos. Omeín.
Leemos en Vyqra (Levítico) 10, referente a sacerdotes que podían ingresar al Micdásh Kodesh a ofrecer ofrendas y korbanot a YaHWéH. En este sentido en Yisrael la familia de los levitas se dedicaban a esta labor. Al respecto quiero comentar un evento muy interesante que pasó en el Micdásh Kodesh con dos hijos de Aharón los cuales cometieron voluntariamente un error, y omitieron una orden dada por YaHWéH a los sacerdotes levitas. Como hubiere sucedido Nadab y Abihú, hijos de Aharón en el ejercicio del sacerdocio cometieron un grave error con un castigo mortal. El sefer de Vyqra contiene poco material narrativo, pero, sí muchas instrucciones, rituales, reglas y leyes. Este capítulo 10, ofrece un cambio en el ritmo de la lectura, porque constituye más bien un relato. Sin embargo, el interés se centra en la horrible tragedia registrada en este pasaje. Podemos decir que es una mancha más en la extensa y larga historia del pecado y las intenciones del ser humano a la desobediencia a YaHWéH y sus instrucciones. Este capítulo 10, contiene el registro histórico de la rebelión y desobediencia de dos hijos de Aarón, los dos mayores. Definitivamente al igual que estos dos muchachos, hoy muchos hijos de YaHWéH escuchan sonidos y voces que no existen en medio del silencio y los siguen, o escuchan mucho silencio en medio de muchos sonidos. Definitivamente como hijos de YaHWéH siempre hay que poner mucha atención al sonido de verdad de la Toráh y a la voz de YaHWéH, a lo cual estos dos hombres no hicieron, aunque eran sacerdotes yisraelitas, no siguieron las instrucciones que se les habían dicho, sino escucharon voces extrañas o a su propio corazón. El orgullo de Nadab y Abihú es temerario a la luz de las claras enseñanzas que YaHWéH pronunció en el Monte Sinaí.
El carácter Kadosh Kadoshim de YaHWéH quedó establecido por este incidente, en el comienzo de la época de la Ley, leamos:
VYQRA (LEVITICO) 10:
1 Nadab y Abihú, hijos de Aharón, tomaron cada uno su brasero, pusieron luz e incienso en ellos y ofrecieron ante YaHWéH un fuego extraño que Él no les había ordenado. 2 entonces salió fuego de la presencia de YaHWéH y los quemó por completo. Así murieron ante YaHWéH. 3 después Moshé le dijo a Aharón: Esto es lo que YaHWéH quería decir cuando dijo: A los que se acercan a Mí les mostraré mi kavod y a todos los yisraelitas les mostraré mi kavod. Y Aharón se quedó callado. 4 luego Moshé llamó a Misael y a Elsafán, hijos de Uziel, tío de Aharón y les dijo: Vengan ustedes a sacar del Micdásh Kodesh a sus parientes y llévenselos fuera del campamento.
VYQRA (LEVITICO) 10: 1-4
Se podría argumentar que el castigo de la muerte de estos dos jóvenes fue demasiado severo por la falta cometida. Creo que es muy importante observar lo que YaHWéH les dijo al respecto, concretamente la frase que aludía a “un fuego extraño que Él no les había ordenado”. Esto nos dice o nos revela la enormidad del delito y que sí merecía un castigo justo de parte de YaHWéH. Creo que fue una desobediencia intencional y deliberada a un mandato expreso de YaHWéH. Pero ¿qué hicieron estos dos para que les cayera un juicio tan severo? ¿Qué fue lo que hicieron tan mal dirían muchos?:
1- Probablemente ellos no encendieron el brasero para el incienso, utilizando el carbón del altar, es decir, el fuego que había venido del cielo. Aparentemente, se daba por sentado que se debía hacer de esa manera. Esta era la práctica en el Gran Día de la Expiación, como se explica claramente en Vyqra 16:12. Definitivamente el ritual que ellos siguieron era contrario a lo dispuesto por YaHWéH.
2- El momento que ellos eligieron estaba fuera del procedimiento en el ritual fijado por YaHWéH. El ritual del día ya había concluido y ellos tendrían que haber consultado a Aarón al respecto.
3- Hay quienes dicen que Nadab y Abihú se introdujeron en la zona prohibida que estaba detrás del velo o cortina. Este punto de vista estaría apoyado por Vyqra 16:1 al 3.
Parece como si la prohibición se hubiera producido a consecuencia del incidente de Nadab y Abihú. Ellos se habrían equivocado al entrar en aquel lugar, YaHWéH había dado instrucciones en cuanto a tres aspectos: la forma de actuar, el momento oportuno y el lugar. Ellos se habrían equivocado en los tres. Algunos podrían pensar que YaHWéH utilizó una disciplina muy extrema, pero YaHWéH es Soberano en todas sus acciones y los que se acercan a Él, deberán hacerlo en las condiciones que Él ha establecido. Entonces están esas tres alternativas, pero leamos la Toráh para que se nos despejen las dudas referentes a la muerte aparentemente injusta e innecesaria, como dirán muchos hoy día.
Por supuesto que la Toráh nos debe de dar la respuesta a la muerte de estos dos sacerdotes levitas, muertos en el uso de sus funciones sacerdotales, ¿entonces que pasó? Leamos VYQRA (LEVITICO) 16:
1 YaHWéH habló con Moshé después de la muerte de los dos hijos de Aharón que murieron por haberse acercado demasiado a la presencia de YaHWéH. 2 y dijo YaHWéH a Moshé: Dile a tu ají Aharón que no entre a cualquier hora en el Micdásh Kodesh que está tras el velo, ni ante la tapa que está sobre el arca, para que no muera; porque yo me manifestaré en una nube sobre la tapa. 3 Aharón debe entrar en el Micdásh Kodesh con un becerro como korbán por el pecado y con un carnero para ofrecerlo en holocausto. Esta fue la verdadera causa de la muerte de los hijos del sacerdote Aarón, ellos traspasaron los límites que Él no les había permitido, se acercaron demasiado a la presencia de YaHWéH, lo cual estaba prohibido y murieron.
VYQRA (LEVITICO) 16: 1-3
Ahora bien, nosotros los hijos de YaHWéH según lo que nos dice, Revelaciones 1: 6 y nos hizo reyes y sacerdotes para el servicio de YaHWéH su Abba, a Él sea la kavod y el poder por los siglos de los siglos. Omeín. “Somos sacerdotes ya no hijos de Aharón sino de nuestro Abba YaHWéH”.
Nosotros los hijos de YaHWéH somos muy especiales, ya que podemos entrar al trono de su gracia a hablar con Él en cualquier momento, sin importar que tan cerca estemos de Él, leamos: Hebreos 4:
13 Ninguna cosa creada escapa a la vista de YaHWéH. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas. 14 por lo tanto ya que en YaHsHúa, el Ben YaHWéH, tenemos un gran Kohén Gadol que ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos. 15 porque no tenemos un Kohén Gadol incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. 16 así que acerquémonos confiadamente al Trono de la misericordia para recibir compasión y hallar el favor que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
Hebreos 4: 13-16
Es importante no escuchar las voces que nos apartan de las berajot de YaHWéH y que nos apartan de la fe en YaHWéH que es la que mueve montañas.
Shalóm