El siguiente pasaje es muy importante en su contexto histórico para traerlo a nuestro tiempo, leámoslo: LIBRO DE LOS HECHOS: 5 :
1 Pero un hombre llamado Ananías también vendió una propiedad 2 y en complicidad con su esposa Safira, se quedó con parte del dinero y puso el resto a disposición de los discípulos. 3 Ananías, le reclamó Kefa (Pedro), ¿Cómo es posible que ha-Satán haya llenado tu corazón para que le mintieras al Ruaj Hakodesh y te quedaras con parte del dinero que recibiste por la propiedad? 4 ¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿No estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? No has mentido a los hombres sino a YaHWéH. 5 al oír estas palabras, Ananías cayó muerto. Y un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido. 6 entonces se acercaron los más jóvenes, envolvieron el cuerpo, se lo llevaron y le dieron sepultura. 7 unas tres horas más tarde entró la esposa, sin saber lo que había ocurrido. 8 dime, le preguntó Kefa, ¿Vendieron ustedes la propiedad tal precio? Sí, dijo ella, por tal precio. 9 ¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al Ruaj del Adón?, le recriminó Kefa. Mira: Los que sepultaron a tu esposo acaban de regresar y ahora te llevarán a ti. 10 en ese mismo instante ella cayó muerta a los pies de Kefa. Entonces entraron los jóvenes y al verla muerta, se la llevaron y le dieron sepultura al lado de su esposo.11 y un gran temor se apoderó de toda la congregación del Mashiaj y de todos los que se enteraron de estos sucesos. 12 por medio de los discípulos ocurrían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Salomón.
HECHOS: 5 :1-12
De acuerdo con la realidad histórica que vivían aquellos primeros seguidores de YaHsHúa, todo aquel hebreo que abrazaba la nueva fe era de inmediato rechazado por el resto de los de su raza, viéndose en muchos casos forzados a abandonar sus puestos de trabajo, sus viviendas y pueblos. Este hecho de fe desencadenó de inmediato situaciones de austeridad en diversos grupos familiares, situación que no demoró en solventarse, pues los que más tenían vendían sus propiedades y ponían los dineros de las ventas a disposición de los más necesitados por medio del grupo que dirigía en este caso dice los discípulos, de tal manera que había abundante shalóm sobre todos ellos. Así, según narra la Toráh, no había ningún necesitado entre ellos, sino que tenían todas las cosas en común.
La Toráh nos narra entonces cómo un varón de nombre José, llamado por los discípulos de YaHsHúa Bernabé, vendió una hacienda de su propiedad y llevó el dinero y lo puso a los pies de los discípulos, de la misma manera en que hacía todo aquel que tenía posesiones. Luego nos dice el texto, adversando esa costumbre con un “pero” comienza a narrar cómo otro hombre de nombre Ananías, en común acuerdo con su esposa Safira, vendió una propiedad y tomó secretamente para sí mismo una parte de del dinero de la venta, trayendo a los pies de los discípulos la diferencia. Luego Kefa le pregunta por qué ha-Satán llenó su corazón para que hiciese esas dos cosas: Mentirle al Ruaj Hakodesh y quedarse con una parte del dinero de la venta.
La expectativa de muchos en este texto es que lo usan para decir que a Ananías y Safira perdieron su salvación, otros en cambio afirman que eran salvos y era mejor que no siguieran pecando. Otros un poquillo más astutos como muchos hoy día lo usan para decirle a la gente que cuando vendan sus propiedades y las traigan a la iglesia, deben traer todo el dinero para que no les pase el evento de Ananías y Safira. En realidad, la Toráh no menciona si Ananías y Safira fueron salvos y una muerte temprana o abrupta no necesariamente es una indicación de si una persona es salva o no. Lo que quiero recalcar en este estudio son dos cosas que me llaman la atención, la primera es las dos muertes abruptas. Según veo las evidencias expuestas por Kefa a Ananías primeramente ante su mentira y en la forma que lo expone, creo que Ananías en ese momento abrasando la fe nueva en YaHsHúa se sintió abrumado y decepcionado de sí mismo, con una carga enorme por el mal que había hecho. Ananías se sintió descubierto y avergonzado ante Kefa y los demás seguidores de YaHsHúa, muy posiblemente su corazón no aguantó y le dio un ataque, cayendo muerto. La consecuencia de ello fue su pecado ante la comunidad naciente de los hijos de YaHWéH. Ananías fue enterrado rápidamente puesto que los que lo enterraron regresaban del cementerio o lugar de descanso. Cuando Kefa interpela con la misma historia a Safira y ahora le añade que, por esa causa de mentira de dejarse el dinero, su esposo había muerto y que ella también iba a morir. Creo que el impacto de Safira fue más fuerte que el de Ananías, ya que siento que había un fuerte apego a la nueva fe y a los seguidores de YaHsHúa, Kefa agrega además que su esposo Ananías había muerto y ya estaba enterrado, por lo que ellos dos habían acordado sobre el dinero de la propiedad, la impresión fue tan fuerte que ella también cayó muerta ahí mismo.
Ahora bien, qué aprendemos de este pasaje para los hijos escogidos para salvación de YaHWéH. Primero las circunstancias y los tiempos son diferentes, Shaúl nos dice en contraposición, leamos QORINTYAHIM BET (2 Corintios) 9:
7 Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque YaHWéH ama al que da con gozo. Por otro lado, no es vendiendo la casa, carro u otros activos que somos salvos todo lo contrario somos salvos por gracia. En tiempos donde Kefa confronta a esta pareja que muere, sirvió no para que a la gente vendiera todo lo que tenía sino para que en la Keilá o congregación hubiera gente que realmente quería estar por fe, leamos: Hechos: 11 Y un gran temor se apoderó de toda la congregación del Mashiaj y de todos los que se enteraron de estos sucesos. 12 por medio de los discípulos ocurrían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Salomón. 13 nadie entre el pueblo se atrevía a juntarse con ellos, aunque los elogiaban. 14 Y seguía aumentando el número de los que creían y aceptaban al Adón. 15 era tal la multitud de hombres y mujeres, que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los ponían en colchonetas y camillas para que, al pasar Kefa, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos. 16 también de los pueblos vecinos a Yerushalayim acudían multitudes que llevaban personas enfermas y atormentadas por ruajím malignos y todas eran sanadas.
QORINTYAHIM BET (2 Corintios) 9: 7-16
Sí eso fue lo que uso YaHWéH para dar a conocer su Nombre, Él es soberano de hacer su voluntad, a su manera.
Si podemos afirmar hoy como hijos de YaHWéH que la mentira puede traernos consecuencias graves y debemos de cuidarnos mucho de ello. La mentira modifica nuestra comunicación, no da lugar a estar en shalóm con nuestra mente, deriva en enfermedades y en cambios psicológicos que afectan tanto a nosotros como a las personas que nos rodean. Las mentiras hacen daño y se da la pérdida de confianza. Esta es una de las consecuencias más evidentes de que las mentiras hacen mucho daño a nuestras vidas. Al mentir estamos jugando con los sentimientos de las otras personas y lo más grave es que estamos también jugando con los nuestros. El mentir nos afecta a nosotros más de lo que pensamos. La consecuencia más directa que surge de la mentira es el daño que hacemos a la persona que mentimos. Ésta, se siente engañada y traicionada lo que le hace tener sentimientos negativos asociados a sensaciones dolorosas. A largo plazo, una de las consecuencias más importantes es la desconfianza que genera en nosotros, la persona que nos ha engañado. Debe pasar mucho tiempo y mostrar actos de verdadero cambio para que podamos volver a confiar. Es normal que cuando nos mienten sintamos mucha ira, de seguro nos enojamos porque sentimos que han violado nuestros derechos y límites y por tanto percibimos la necesidad de defendernos y hacernos respetar. Cuando alguien en quien hemos puesto toda nuestra confianza nos muestra lo contrario, nos sentimos frustrados. Pensábamos de seguro nosotros que era de una manera y su actuación nos ha mostrado todo lo contrario. Por último, habría que destacar el sentimiento de culpabilidad que tiene una persona cuando miente, puesto que en el fondo siente que está haciendo algo que de seguro a él no le gustaría que le hicieran, pues bien vean el caso de Ananías y Safira. Sí es cierto que hoy tenemos personas frente a nosotros que son genios mintiendo y ellos se lo creen como una verdad. Lo malo es que el mentiroso muchas veces tiene muy mala memoria y es cuando queda al descubierto. La Toráh nos dice:
8 Por demás, ajím, todo lo verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, si hay virtud alguna, si algo digno de exaltación, en eso piensen.
FILIPSAYAHIM (Filipenses) 4:8
SHALOM