En YaHWeH, nada sucede por que sucede…

En YaHWeH, nada sucede por que sucede…

Todo en la tierra tiene su tiempo. Y tú, ¿has sabido leer los tiempos?

Escribo este pequeño tema para alguien muy especial y puedo decir lo que la Toráh nos dice en KOHELET (ECLESIASTES) 3:

1 Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar y tiempo de curar; tiempo de destruir y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de endechar y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper y tiempo de coser; tiempo de callar y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de shalóm.

KOHELET (ECLESIASTES) 3: 1-8

Todo tiene su tiempo, y así lo dice la Toráh claramente, hay tiempo para nacer y para morir y para todo lo demás que se puede hacer durante la existencia. Si nos toca como hijos de YaHWéH orar a Él, porque los tiempos difíciles pasen pronto, y poder disfrutar de los momentos especiales que nos dan shalóm. Aprendamos a vivir nuestro tiempo, no importa si el momento es de risa o de llanto, hay que vivirlo intensamente. La Toráh nos narra una historia interesante en Rut 1

21 Salí de aquí con las manos llenas y ahora las traigo vacías porque así lo ha querido YaHWéH. ¿Por qué me llaman Noemí, si YaHWéH Ha Shaddai me ha condenado y afligido? 22 así fue como Noemí volvió de Moab con Rut, su nuera moabita. Llegaron a Belén cuando comenzaba la cosecha de la cebada.

Rut: 1: 21-22

Noemí era una viuda que pasaba por un terrible momento, su esposo y sus hijos murieron y solo le quedaron sus dos nueras; una era Orfa, quien aceptó su consejo de irse a buscar nuevo esposo y la otra era Rut, quien decidió quedarse a su lado y apoyarla. Cuando Noemí declaró su situación, lo hizo basándose en lo que sentía, su aflicción era tan grande que incluso quería cambiarse de nombre y pedía que le llamaran “amarga”, aunque su nombre significaba “placentera”. Por otro lado, en este tema de sufrimiento, desánimo, enfermedad, tristeza, miedo, quebranto, pérdidas materiales, encontramos otra interesante historia: IYOV (Job) 1

20 Entonces Iyov se levantó y rasgó su manto y rasuró su cabeza y se postró en tierra y adoró, 21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. YaHWéH dio y YaHWéH quitó; sea el Nombre de YaHWéH Baruk. 22 en todo esto no pecó Iyov, ni atribuyó a YaHWéH despropósito alguno.

IYOV (Job) 1: 20-22

Iyov (Job) también pasó por un mal momento, se quedó sin nada, sin embargo, no declaró cosa alguna contra YaHWéH. Observemos la diferencia, Noemí se sintió despojada y afligida por YaHWéH; Yob, por el contrario, reconoció con humildad su origen sin nada y proclamó a YaHWéH como dueño de todo y hacedor de lo que le pasaba y aunque sabemos que esto tiene una connotación profética, en la intención Yob, se equivocó, porque no fue YaHWéH quien le quitó todo sino ha-Satán quien le quitó cuanto tenía, eso sí autorizado por YaHWéH. Y esto debemos tenerlo muy claro porque en la voluntad de YaHWéH no hay despropósito ni maldad. Las cosas suceden o las provocamos nosotros, por ejemplo, todos moriremos, pero no es YaHWéH quien nos mata, simplemente llega la hora prevista para morir hasta el juicio. Nohemí se dejó dominar por la tristeza, pero Rut fue valiente y se quedó con ella a pesar de la desgracia que las atormentaba, si no lo hubiera hecho, no habría conocido a Booz y lo más importante no hubiera continuado la línea de descendencia de YaHsHúa.  Así que debemos aprender a ver más allá del momento, aunque no lo comprendamos, nuestra confianza en YaHWéH debe ser más fuerte que el dolor. Aprendamos a ver el futuro con optimismo porque nuestro Abba nunca nos desamparará. No permitamos que nuestros sentimientos negativos nos traicionen, si un mal momento nos hace sentir tristes, confundidos y enojados, vivamos nuestras emociones, pero guardemos nuestra boca de no altercar con YaHWéH por los malos momentos y usémosla solo para hablar de la berajah que viene de YaHWéH.

Cuando debemos enfrentar situaciones difíciles, primero debemos vivir el momento, lloremos y desahoguémonos sin afectar a nadie. Luego debemos meditar, búsquenos la calma y pidamos sabiduría para tomar las decisiones correctas, tomando en cuenta a YaHWéH en todo. Así que sigamos adelante, por supuesto que no es fácil olvidar, pero es posible recordar con el ruaj sano, sin resentimiento o tristeza de pensar que todo lo malo nos sobreviene, recuerda nada sucede porque sucede en YaHWéH. Hay momentos difíciles que no podemos evitar y hay otros que nosotros provocamos.

Todo lo que vivimos ayer ya pasó, ahora debemos ver con optimismo lo que vendrá y debemos de aprender a vivir el tiempo que corresponde.  Para concluir uno de los versículos más extraordinarios de la Toráh en su contenido profundo, está en Romanos:

28 Ahora bien, sabemos que YaHWéH dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.

Romanos 8: 28

Si analizamos cada caso en nuestra vida sin complejos de critica a YaHWéH y comenzamos a unir piezas entenderemos que para los hijos de YaHWéH todo tiene su lógica y la mano de Él esta en cada acción de nuestra vida, cada detalle, cada solución su mano está allí.

Shalom

ROHE – Johnny Chavarria Diaz – Enero 2020

Article by Johnny Chavarria

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