El día y la hora nadie lo sabe, dijo Yahshúa ante su inminente regreso

El día y la hora nadie lo sabe, dijo Yahshúa ante su inminente regreso

Sin duda, las profecías de todo tipo despiertan el interés hoy en todo el mundo, no importa su origen o su autor. Todos queremos saber los tiempos y las señales de los últimos días, y en el aspecto Toráh los discípulos de YaHsHúa no eran la excepción. Cuando YaHsHúa estaba en el monte de los Olivos, los discípulos le llevaron aparte para preguntarle acerca de las señales de su venida y el fin de los tiempos. Entonces YaHsHúa les dijo en MATTITYAH (Mateo) 24:

36 Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Ben, sino sólo el Abba. 37 la venida del Ben Ha-Adám será como en tiempos de Noé.

MATTITYAH (Mateo) 24: 36-37

Nadie sabe el día y la hora, dijo enfáticamente YaHsHúa, así que normalmente pensamos que ese día y la hora es un misterio, incluso pensamos que ni siquiera YaHsHúa lo sabía, entonces porqué YaHsHúa sabía lo acontecimientos posteriores de esa venida cuando dijo: La venida del Ben Ha-Adám será como en tiempos de Noé. En muchas ocasiones vemos que YaHsHúa sí conocía el futuro y los tiempos proféticos. Por ejemplo, YaHsHúa sabía perfectamente que su entrada triunfal en Yerushalayim era el día específico del cumplimiento de las profecías (Luka 19:41-42). YaHsHúa es YaHWéH, leamos: YOHANÁN (Juan) 1:

1 En el principio era el Verbo y el Verbo estaba con YaHWéH y el Verbo era YaHWéH. 14 y el Verbo se hizo hombre y habitóentre nosotros. Y hemos contemplado su kavod, la kavod que corresponde al Ben unigénito del Abba, lleno de misericordia y de verdad.

YOHANÁN (Juan) 1: 1 y 14

Entonces si YaHsHúa es YaHWéH, tenía por supuesto pleno conocimiento de las cosas futuras y los tiempos proféticos, ¿por qué dijo que nadie sabía el día ni la hora de su regreso? ¿Acaso tampoco Él sabe? Pues, por supuesto que lo sabe y no sólo eso, cuando dijo que volvería el “día y la hora que nadie sabe”, “estaba anunciando la fecha exacta de su regreso” cosas que la gente ha malinterpretado siempre, ya que con ello eliminan el plan perfecto de YaHWéH para la humanidad.

Los hebreos asociaban la frase “el día y la hora que nadie sabe” con la Convocación de las Shofarot, hoy llamada Rosh Hashaná. Los hebreos tienen siete convocaciones durante el año, todas ellas se celebran a mediados de mes, pero la convocación “o fiesta” de los Shofarot es la única que se celebra el primer día del mes. En tiempos antiguos en Yisrael este día era muy difícil de determinar, puesto que el primer día del mes se fijaba con la luna nueva, que cuando aparece es invisible en el cielo nocturno, así que nadie sabía el día y la hora exacta en que aparecía la luna nueva que iniciaba la Convocación de los Shofarot. Pues bien, el calendario hebreo se basa en el ciclo lunar, que comienza cuando la luna tiene el aspecto de una fina medialuna, esa es la señal del comienzo de un mes. Luego, continúa creciendo hasta alcanzar su máximo tamaño a mitad de mes (luna llena), y entonces comienza a disminuir hasta que ya no se puede ver durante dos días (luna nueva). Este ciclo dura 29 días y medio. Así que los hebreos tenían que observar cuidadosamente este ciclo lunar para determinar el primer día de cada mes y así establecer correctamente las fechas de las Convocaciones del año. Los días en que se celebraban estas Convocaciones habían sido señalados por YaHWéH, por lo que nadie podía cambiarlas, de manera tal que equivocarse en el conteo de los días era un agravio grave. La responsabilidad de establecer el primer día del mes (Rosh Kodesh) según la luna nueva estaba a cargo del Sanedrín, sin embargo, no siempre se podía observar la luna nueva con precisión, no sólo porque era totalmente invisible, sino también porque dependía de las condiciones meteorológicas.

Por esta razón, el Sanedrín tenía todo un procedimiento para determinar correctamente cuando comenzaba un nuevo mes. Así que, el día 30 de cada mes, el Sanedrín “abría sus puertas” en un enorme patio de Jerusalén para que se presentaran testigos que afirmaban haber visto la luna nueva la noche anterior. Si bien los miembros del Sanedrín tenían conocimientos en astronomía y sabían cuándo y dónde podría haber aparecido la luna nueva, necesitaban dos testigos como en cualquier asunto legal hebreo, leamos: DEVARIM (DEUTERONOMIO) 19: 15 La acusación de un solo testigo no será suficiente para demostrar que una persona ha cometido un crimen, delito o falta. Solo valdrá la acusación cuando la presenten dos o tres testigos.

La tradición era que se interrogaban de a dos testigos, por orden de llegada y por separado, comenzando por el mayor de ellos y preguntaban: ¿cómo vio la luna? ¿Frente o detrás del sol? ¿Al norte o al sur? ¿Qué tan grande era? ¿En qué dirección se inclinó? ¿Qué tan ancho era? Luego, llamaban al segundo testigo y le hacían las mismas preguntas,

Si ambos testimonios coincidían, se aceptaba su evidencia. Entonces aquel día 30 se declaraba el primer día del nuevo mes y se daba por concluido el mes anterior estableciéndolo en 29 días. Entonces el presidente del Sanedrín proclamaba:  Mekudash, o exaltado, y todos respondían: ¡Mekudash! Ahora, si ningún testigo se presentaba el día 30, el Sanedrín automáticamente declaraba el día 31 como el primer día del nuevo mes, y se establecía el mes anterior en 30 días. En tiempos de YaHsHúa, este procedimiento era de suma importancia para establecer el día de la Convocación de los Shofarot (Trompetas), pues comenzaba el primer día del mes sétimo. Dado que no había forma de saber de antemano cuándo sería el primer día del mes de Tishri, los hebreos no sabían si comenzar a preparar la Convocación el día 30 del mes o el día 31, sino hasta cuando el presidente del Sanedrín lo dijera. De manera tal que la Convocación de los Shofarot comenzó a conocerse entre los hebreos como “Yom Hakeseh”, el día escondido”, pues era la única de las Convocaciones hebreas que se celebraba un día y hora que nadie sabía. Cuando los discípulos preguntaron acerca del tiempo de su venida, YaHsHúa respondió que será el día y la hora que nadie sabe” (: MATTITYAH 24:36). Los discípulos habrían entendido que su regreso sería en la Convocación de los Shofarot, en la luna nueva del mes de Tishri (generalmente entre setiembre y octubre). Los primeros llamados hijos de YaHWéH, que eran hebreos, también habrían entendido esto, por ello Shaúl no tenía necesidad de escribirles acerca de los tiempos y ocasiones del regreso del Adón YaHsHúa

Ahora entendemos y sabemos es que la Convocación de los Shofarot señala un día importante en la profecía Toráh. Por supuesto, señalar un día específico puede parecer arriesgado, pero debemos recordar que las siete Convocaciones hebreas fueron establecidas por YaHWéH para revelar al Mashiaj YaHsHúa en un día señalado para los hebreos. Las primeras cuatro Convocaciones fueron cumplidas por YaHsHúa en su primera venida, la Pesaj señalaba su muerte, La Convocación de los lejaim sin levadura señalaba su sepultura, la Convocación de las Primicias señalaba su resurrección, y la Convocación de Shavuot, señalaba la llegada del Ruaj Hakodesh. Si todas ellas se cumplieron exactamente en el día señalado, no hay nada que nos haga pensar que en un futuro día de Convocación de los Shofarot ocurrirá uno de los eventos más grandes de la historia de la humanidad y un día lleno de kavod para los llamados hijos de YaHWéH.

Shalóm

ROHE Johnny Chavarria Diaz

Article by Johnny Chavarria

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